El BCR, informó que entrará en circulación las monedas que llevarán los rostros de las mujeres que, lucharon por la independencia del Perú. Aparecen las Heroínas Toledo, Brígida Silva de Ochoa y María Andrea Parado de Bellido.
Este
miércoles, el Banco Central de Reserva
(BCR), informó que se pondrá en circulación monedas de un sol, referidas a la
serie numismática “La Mujer en el Proceso
de la Independencia del Perú”. Estas cuentan con el rostro de las Heroínas
Toledo, Brígida Silva de Ochoa y María Parado de Bellido.
El
emisor del BCR indicó lo siguiente: “Esta
serie tiene por finalidad rendir tributo y difundir la imagen e historia de
mujeres patriotas que lucharon de diversas formas e incluso entregaron su vida
para lograr la Independencia del Perú, así como continuar con la promoción de
la cultura numismática en nuestro país".
Las
monedas presentan las siguientes características:
Denominación : S/ 1.00
Aleación : Alpaca
Peso : 7.32 g
Diámetro : 25.50 mm
Canto : Estriado
Año
de acuñación : 2020
Anverso : Escudo
de Armas
Emisión : 10
millones de unidades por cada uno de los motivos
Heroínas Toledo
Se
trata de una madre y sus dos hijas que forman parte de la independencia del
Perú. Ellas fueron: María Toledo, Higinia Toledo, y la madre, Cleofé Ramos.
Ellas fueron naturales de Huancayo en la región Junín, quienes tras la etapa de
emancipación, se levantaron en armas, como tantos otros soldados. El hecho más
conocido es que, cortaron las amarras del “Puente Balsas” que permitía el
ingreso a Concepción (Huancayo), por lo tanto, un gran grupo de las fuerzas
realistas cayeron al río Mantaro.
Pero
antes, de eso, las Toledo salieron de sorpresa y atacaron al ejército español, ocasionándoles
bajas, entre heridos y muertos. Luego, Valdez, quien dirigía las fuerzas
conquistadoras pidió que suspendieran el ataque y que les perdonarían. Esto se
dio, la mañana del 10 de mayo de 1821.
Brígida Silva de Ochoa
No
es una heroína conocida, pero su labor en favor de la independencia del Perú,
fue patriótica. Nació en 1776, de una familia insurgente en la guerra por la
independencia peruana. Fue hermana de Coronal Remigio Silva, quien fue
arrestado durante la conspiración de 1809 y, su hermano menor Mateo fue arrestado
y encarcelado por diez años, por lo mismo que su hermano mayor. A los 18 años,
Brígida se casó con Francisco Ochoa Camargo, un caballero nativo de Cusco,
quien le compartió la política de su familia.
Su
labor destacada fue, ayudar a insurgentes encarcelados, en especial a los que
fueron enviados a España, tras el fracaso del levantamiento de Aguilar y Ubaide
en Cusco. Brígida, también se desempeñó como intermediaria, transportando la
comunicación entre los patriotas en las afueras de la capital, ya que su hijo
trabajaba como oficial en la Artillería, al servicio del Rey de España. Esta
situación, permitió que llegará a su hermano Remigio, quien estaba en la cárcel.
De ahí, obtuvo información privilegiada que sirvió de ayuda para ayudar a los
patriotas en su victoria en la batalla de Maipú, para la independencia de
Chile.
María Parado de Bellido
Entre
las tantas heroínas que lucharon por un Perú libre, doña María Parado de
Bellido, es una de las más conocidas por su gran labor durante la emancipación.
Nació en Ayacucho en un entorno campesino, pero no se sabe mucho de su
infancia. Su trayectoria empieza a marcarse a partir del matrimonio con Mariano
Bellido a los 15 años, con quien tuvo 7 hijos y tierras donde cultivaban
tubérculos y criaban vacas y ovejas.
Algunos
investigadores refieren que firmaba las cartas con su segundo nombre que era
Andrea, el cual figuraba como un seudónimo y era usado para convertirse en
espía de las tropas realistas (españolas), el nombre que le otorgaba el valor
necesario para trabajar por la causa libertadora y alertar a los guerrilleros
sobre la ubicación del enemigo, según menciona Verónica Ramírez. Ella alertaba
sobre las coordenadas, para que así el ejército patrio tome precauciones, se
escondan para atacar o huyan.
Según
data en la historia, María Andrea Parado de Bellido, murió fusilada el 1 de mayo
de 1822 en la plaza del Arco. Antes fue arrestada, interrogada y torturada,
pero en todo momento se negó a dar nombres de los guerrilleros patriotas, a
quienes iban dirigidas las cartas. Sin duda, una mujer valiente y patriota
hasta el último momento.