La empresa minera Yanacocha contrató a un camión de la empresa Ransa para el traslado de mercurio, lamentablemente este vehículo derramó 151 Kg del metal en la carretera del distrito de Choropampa, esto ocurrió en el 2000.  


En el 2000 el Ministerio de Salud realizó un sondeo y determinó que la población debería ser trasladada de manera urgente; sin embargo, hasta la fecha no se da dicho suceso. (Foto: Gran Angular)


Por Jeylen Mixan Portocarrero

 

Este Junio, el distrito de Choropampa en la provincia de Chota (Cajamarca) cumple 20 años del derrame de mercurio por un camión de la empresa Ransa, contratado por la minera Yanacocha. Desde el 2 de junio del año 2000, el destino de los choropampinos cambió radicalmente; la tasa de mortalidad era baja, un deceso cada tres o cuatro años, ahora fallecen de tres a cuatro personas al mes

Según información de Mano Alzada. La presidenta del Frente de Defensa del distrito, Juana Martínez, dice haber perdido la memoria por la intoxicación que causa el mercurio y no recuerda claramente lo acontecido ese día. El caso de enfermedades se presenta en muchos pobladores de la zona, quienes no pueden tener una vida normal, su salud está en jaque. 

 

En el 2002 la productora Guarango Cine y Video elaboró un documental de lo sucedido, el mismo que ha quedado como memoria colectiva, no tan solo para los pobladores – sino para el Estado peruano, el mismo que los dejó en el abandono. A saber, la responsable de este hecho es Newmont Mining Corporation, accionista principal de la minera Yanacocha.

 

Según documentación, el camión de Ransa esparció un aproximado de 151 kilogramos de mercurio- los pobladores al verlo brillar empezaron a recogerlo con las manos, pensado que era costoso por cómo se veía; y sin tener ningún tipo de protección, inhalaron los gases del metal letal. La compañía minera en todo momento busco minimizar lo ocurrido – la siguiente semana, le encargó a Felizardo Zárate, recoger el mercurio de la carretera.

 

Para dicho recojo, la empresa no entregó trajes especiales y ningún equipo de protección, mucho menos explicó su letalidad y al peligro que se estaban exponiendo. Según el propio Zárate, recogieron 36 kilos de metal con manos y escobasel pago por ese trabajo, solo cubrió el gasto en medicamentos. Asimismo, el informe de la Defensoría del Pueblo indica que, la recuperación del mercurio derramado no fue eficaz, solo se llegaron a extraer de la zona 49 kilos.

 

Tras este hecho, la empresa Yanacocha buscó “enmendar” al distrito, ofreciéndoles a pagar de 2500 a 5000 soles de acuerdo a la gravedad que presentaban, solo para que la denuncia por parte de la población no se haga efectiva. Incluso el presidente Alberto Fujimori tuvo conocimiento de lo ocurrido, envió a la entonces ministra de la Mujer, Luisa Cuculiza.

 

Cuculiza llegó a Choropampa el 16 de junio del 2000 y dio un discurso asegurando lo siguiente: “Yo estoy encargada por el Presidente para decirles, escúchenme bien, no se pongan en manos de ningún abogado, porque el mejor abogado de ustedes va a ser el Presidente, ¿ya? Y cuando el Presidente dice una cosa, la cumple”. De esta manera, la población que estaba alistándose, para empezar con la demanda contra la minera, decidió ceder.

 

Sin embargo, en noviembre de ese mismo año el presidente Fujimori viajó a Japón, huyendo de la justicia peruana tras revelarse sus actos de corrupción y violación de derechos humanos. Entonces, el Ministerio de Salud realizó un sondeo a todas las casas del distrito y, se determinó que todas estaban contaminadas – urgentemente toda la población tenía que ser trasladada, situación que no pasó hasta el día de hoy.  

 

Por último, José Luis Quiquejana, químico y miembro de la comisión ministerial indica que la Digesa tomó otros valores y los niveles de riesgo que figuran en su informe fueron distintos: muy por debajo del riesgo de letalidad, situación que favoreció y fue conveniente para la empresa Yanacocha. Como se sabe, la Organización Mundial de la Salud (OMS) explica que, al inhalar los gases del mercurio, el 80% de este se queda en el cuerpo afectando a los pulmones, riñones y al sistema nervioso.

 

Fuentes: Mano Alzada, SERVINDI, Gran Angular, CRUFIDES, Revista Scielo, Ocmal.org